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Cómo combatir el acné mediante la alimentación.

Una de las acciones que podremos llevar a cabo para mejorar los síntomas del acné será seguir una dieta equilibrada, y rica en aquellos nutrientes que pueden ayudarnos.
Rica en beta-carotenos: Será muy importante incluir alimentos ricos en beta-carotenos, los que se convertirán en vitamina A que cuenta con propiedades antioxidantes.

Asimismo, lleva a cabo la función de controlar la producción excesiva de sebo, una de las causas del acné.Algunos de los alimentos son: las zanahorias, espinacas, manzanas, espárragos, tomate, brócoli, albahaca, calabaza…

Omega 3: Asimismo, se recomienda introducir alimentos con ácidos grasos omega 3, los cuales ayudan a disolver el sebo e impiden que se produzca la queratinización. Cuentan también con propiedades antiinflamatorias que ayudarán a reducir las lesiones causadas por el acné. Para ello, será necesario incorporar alimentos ricos en omega 3 como lo son muchos pescados (salmón, bacalao, anchoa, sardina…) y marisco, aceites vegetales (soja, linaza, canola, etc.), el germen de trigo o los frutos secos (nueces, almendras…), entre otros.

Vitamina B6: La falta de este nutriente deriva en muchos de los problemas cutáneos más comunes. Puedes optar por comer hígado que contiene altos niveles de esta vitamina, así como también el pollo, el pescado especialmente azul (salmón, sardina, atún…), la soja, los cereales integrales…

Zinc: Por otro lado, para ayudar a controlar la producción de aceite en la piel y, de esta forma, controlar el sebo recurriremos al zinc. Con una alimentación rica en este mineral estimularemos la función inmunizadora, se reducirá la inflamación y mantendremos los niveles hormonales adecuados. Conseguiremos esto incorporando en nuestra dieta contra el acné: pollo, cordero, pavo, cangrejo, espárragos, patatas, trigo…

La alimentación no lo es todo, sguir una alimentación adecuada no será lo único que podemos hacer para mejorar los problemas de acné. También deberemos:
Reducir la exposición solar.
Limpiar la cara en profundidad diariamente.
Hidratarnos por fuera y por dentro.
Hacer deporte.