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Ejercicios de fitball para brazos.

Lo tuyo son las blusas de mangas largas; nada de musculosas que dejen al descubierto la flacidez de tus brazos. No tiene sentido que sigas así: es hora de que te pongas en acción. Y, ¿qué mejor manera de hacerlo que practicando estos ejercicios de fitball para brazos?

Ejercicio 1

Para este ejercicio necesitarás, además de la pelota, un par de pesas, si estás comenzando a ejercitarte, procura que sean de 2 o 3 kg como máximo.

  • Ponte de pie y coloca la pelota contra una pared (a la altura de tu pecho).
  • Recuesta tu espalda contra la pelota y toma una pesa con cada mano.
  • Deja que tus brazos cuelguen a los lados de tu cuerpo y procura que tus palmas estén hacia adelante.
  • Flexiona tus codos hasta que las pesas toquen los hombros y mantén la pose por algunos segundos.
  • Haz que tus brazos vuelvan a su posición original.
  • En todo momento, asegúrate de que el movimiento sea controlado. Tu espalda y la parte superior de tus brazos deben permanecer siempre quietos.

Ejercicio 2

Para este ejercicio, también necesitarás la pelota y un par de pesas.

  • Arrodíllate en frente de la pelota, toma una pesa y apóyate de forma tal de colocar la parte inferior de tu brazo sobre ella.
  • Eleva la pesa hacia tu hombro y luego desciéndela.
  • Luego de haber realizado una serie, cambia de brazo.
  • Asegúrate de que la postura sea cómoda; de esta manera, evitarás malos movimientos y contracturas musculares.

Ejercicio 3

Para realizar este ejercicio, solo necesitarás la pelota.

 

  • Coloca la pelota contra una pared a la altura de tu pecho y flexiona los brazos, apoyando los antebrazos sobre la pelota.
  • Extiende los brazos, empujándote hacia atrás y deslizando la pelota levemente hacia arriba.
  • Vuelve a la posición original.

 

Lo ideal es comenzar con estos ejercicios despacio, haciendo 3 series de 10 repeticiones por día y procura realizar estos ejercicios al menos 3 veces a la semana. Los primeros dos te ayudarán a fortalecer los bíceps y el tercero, los tríceps. Si en cualquier momento de este proceso de tonificación, sientes alguna molestia, no sigas. Es importante que no fuerces a tu cuerpo y que respetes sus tiempos.

Prueba estos ejercicios y tus brazos gelatinosos se convertirán en acero puro.